sábado, 11 de octubre de 2014

Cap 7: Inquietudes y Esperanza

¿Por qué no se había ido ya?
Hace una semana que le había dicho a ese lobo que me prendiera el fuego en la mañana y en la tarde, creyendo que lo tomaría a broma y me dejaría en paz. Pero se lo había tomado demasiado en serio y ahora, estaba mirándome sonriente desde la chimenea. Llevaba allí mínimo 15 minutos.
Miré con desprecio a Zack intentando (aunque parecía en vano) que entendiera la indirecta mas directa posible en el mundo que quería que se fuera. Ya había prendido el fuego, perfecto por mi, ahora quería que se fuera derecho con su grupo, Stephan y mi hermana.
Nada, joder. Estúpido perro. Me froté la frente.

-Vete, no te quiero aquí, ya prendiste el fuego
-No tengo ningún apuro en irme, te puedo hacer compañía...
-No quiero compañía de un estúpido perro, vete ahora

Se rió y yo me quede estupefacta ¡Le estaba insultando! ¡A toda su raza de lobos y el muy idiota se ponía a reír allí mismo como si le hubiera contado el mejor chiste del mundo! Gruñí harta, no podía hacer nada.

-Haz lo que quieras
-Oh, muchas gracias Nieve
-Mierda, en serio eres estúpido

Se acercó a mi sonriente y revolvió mi cabello, estuve a punto de darle un fuerte golpe, pero suspiré. No servía de nada eso, así que simplemente me quedé sentada en las escaleras tomando un libro para leerlo mientras que mi indeseado acompañante se sentaba unas escaleras mas abajo y miraba el título del libro, quedando estupefacto.

-¿Medicina casera? ¿Estas enferma? Puedo decirle a Sandy que venga con Cris, para que...
-Estoy estudiando -gruñí mirando su rostro

Me sorprendió con unos ojos llenos de preocupación, que se fijaban solo en mí, volví a mi lectura inmediatamente ignorando el sentimiento de culpa que se asomaba por mi pecho al ser tan malagradecida con él.

-¿Cómo pudiste detenerme?

Supe inmediatamente que hablaba del incidente de la semana pasada donde había tomado una forma desconocida totalmente para mi (y que al parecer era muy peligrosa).

-No hice nada, como le expliqué a Anahi y después a las demás, tu mismo te detuviste
-No es posible, ni con Anahi podía detenerme, más bien ellas tenían que... Controlarme de otras formas -Dijo mientras miraba al vacío por un momento y volvía a sonreírme como si nada hubiera ocurrido
-Si quieres que confíe en ti, que es lo que veo por tus movimientos, haz empezado muy mal conmigo desde que insultaste así a mi familia

Zack me miró con tristeza y suspiró, pero no se movió ni un centímetro, de acuerdo, eso había sido demasiado cruel incluso para mí. Cerré el libro suspirando y le di un suave golpe en su cabeza para llamar su atención de nuevo, que veía a otro lado con las orejas agachadas. Me miró con una cara que debía decir que era demasiado adorable en cualquier persona. Volví a suspirar

-Lamento eso, solo estoy incomoda con tu compañía, no me gusta recibir visitas todos los días. Por algo Cristal me da mi privacidad en esta casa.

De repente se volvió a animar como si nada hubiese ocurrido hace unos pocos minutos, me estaba frustrando con sus cambios de humor tan repentinos con cualquier cosa.

-Yo lamento mucho haber hablado mal de tu familia, es sólo que...
-Estas enamorado de Anahi y verla con Stephan por no sé que asunto te molesto enormemente... Esta bien, esas son cosas hormonales que ocurren en todos
-Si bueno... Enamorado de Anahi... Yo...

Se me quedó mirando demasiado tiempo, como si hubiera encontrado algo interesante que hacer y me sentí muy enojada de repente, así que le estampé el libro en la cara y escuché un alarido para después pasar a una risa. 

-¡¿Se puede saber por qué te ríes de esto?!
-Me pareces adorable...

De repente hubo un silencio sepulcral entre los dos, yo por la sorpresa de sus palabras y él, avergonzado, miró a otro lado rápidamente. Sentí su nerviosismo aunque no entendía el porque hasta que algo en mi estomago me hizo darme cuenta que ya era tiempo de que ingiriera algo (aparte del hielo). Me levanté y sentí como Zack me seguía moviendo la cola. Eso fue demasiado para mí que me detuve frotándome la cien y decidí que sería mejor ignorarlo para no decir algo más que podría herirlo... Pero... ¡¿Desde cuando me importaba que le pasaba a ese perro?! Af, no importa. De mi almacén saque una cesta de manzanas bien conservadas por el frío de la casa que yo emanaba, le tendí una a Zack que la devoró allí mismo y yo, tomé la más pequeña dirigiéndome al sofá. De repente me vinieron recuerdos... Rojo carmesí... Olor putrefacto... Mi cuerpo se tensó y la conocida sensación de nauseas llegó a mí.

-¿Puedo comer ot...? Nieve, ¿Por qué solo hay estas manzanas en tu alacena? ¿Acaso ya no tienes comida para la cena o el almuerzo?

Muy bien, esa distracción era suficiente para mi mente que se sintió aliviado al escuchar ese tono de voz y le di una buena mordida a la manzana, esperando que pasara otra semana o incluso dos para no tener que volver a ingerir algo mas que no fuera hielo. En seguida fui a botar lo que quedaba de la manzana cuando Zack la detuvo en el aire y me miró confundido mientras se la empezaba a terminar de comer.

-Dime por favor que...

Su comunicador sonó y suspiró mirándome mientras yo le daba la espalda para subir las escaleras. Escuché que hablaba con su hermana y algo de que quería verle enseguida. Me dije aleluya cuando percibí sus pisadas subiendo detrás mío rápidamente y con una sonrisa de tristeza me miró.

-Sandy me necesita, pero regresaré pronto
-Ve entonces, no sé porque me...

Entonces me sorprendí cuando sentí sus labios en mi mejilla con dulzura, y no reaccioné hasta que cerró la puerta corriendo. Me senté en las escaleras.
¿Qué estaba ocurriendo conmigo?

----------------------Punto de vista de Cristal----------------------------------

Me tuve que reír al ver a Zack con esa sonrisa de satisfacción consigo mismo, no sabía que habría ocurrido en casa de Nieve, pero el era mi última esperanza para que mi hermana pudiera recuperar sus fuerzas. Mientras hablaba con Sandy, yo le serví comida, qué de una sola zampada, se lo comió todo. Su hermana rió con tanta dulzura que creí que me moriría allí mismo de tanta ternura. Se disculpó para hacer algo con Arkirian y Alexiel mientras me sonreía y yo recogía el plato de Zack.

-¿Puedes darme un poco para llevar para Nieve?

Me tensé con eso y le miré, sonriendo con suavidad. A veces olvidaba que Nieve no se abría con nadie, ni siquiera conmigo, su hermana gemela.

-No creo que ella quiera comer de esto...
-¿Por qué?... Espera Cristal ¿Tu sabes por qué Nieve solo tiene manzanas en su casa y por qué solo le dio una mordida a su manzana?... Mejor dicho ¿Por qué no viven juntas?
-Zack...-Dije suavemente- quisiera explicarte todo... Pero es mejor que Nieve lo haga con el tiempo... Tienes que ganarte su confianza y así todo será mas fácil... Solo te diré que Nieve no come nada... De vez en cuando una mordida a una manzana y si hay suerte, la mitad, pero ella... Debes esperar a que ella te de su confianza
-Esperaré- Dijo decidido

Le mire incrédula y se me llenaron los ojos de esperanza cuando vi que Zack, me miraba con mucha confianza y con una sonrisa decidida.

-Me ganaré su confianza, no me separaré de ella y la ayudaré

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Bueno, ahora si me pase de tiempo (?)
En verdad lo lamento, pero el año pasado y este han sido... Duros para mi... Por suerte pude graduarme y avanzar academicamente, entrando en la universidad y siguiendo mi camino para cumplir mis sueños... Gracias a mi queridísima mana Laura que entendió esto... Si aun nos queda algún lector la verdad ya no me importa (No lo tomen a mal, pero un año con sus cuantos meses es mucho esperar!) lo hago porque amo esta historia y amo escribir y amodoro a mi mana Lau!
Me esforzaré todo lo que pueda para no volver a abandonar de esta manera nuestra amada historia! Sólo espero que mi mana siga dispuesta a escribir (Sino, te obligare mana!) Los adoro
Con cariño.
Nat.

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