viernes, 24 de febrero de 2012

44: Soy...Un Amigo

-¡Mierda, Mierda, Mierda y mas Mierda!- Grite con fuerza mientras corría a todo lo que podía y la sangre salia de mi boca poco a poco. Tenia poco tiempo.
Si no me apresuraba, Ruby también fallecería, Luna y Esme no tendrían la vida que se merecían.

-¡Quítense del medio! -Dije mientras empujaba a los sirvientes alegres de verme.


Hicieron lo que les dije mientras corría hacia la habitación de mi hermana y vi a Tadase llorar en la puerta. Al verme se levanto con rapidez; solo le tire la medicina de mis gemelas y corrí con la pócima en mi mano, preparado para dársela a Ruby sin que pudiera hablar.
No me imagine que justo cuando entrara a la habitación, Hoshi le estuviera dando respiración boca a boca a Ruby y Hikary estuviera llorando con fuerza, casi agonizando. Ambos tenían sangre, pero sabia que no era de mi amada.
Me acerque poco a poco en estado de shock. ¿Había llegado demasiado tarde? No...No podía ser...



-Ruby...Mi amada Ruby...-Caí arrodillado frente a ella y acaricie su mejilla...


Tibia...Aun estaba tibia...
Había tiempo...
Abrí la botella y la bebí sin tragarla, tome su rostro y la bese con suavidad, pasando aquel liquido que escocia mi lengua un poco. ¿Que tenia esa cosa?...
Me aparte de ella poco a poco...
Y los 3 pudimos sentir con un gran alivio su respiración volver...
Fue cuando el peso del mundo, de todo llego a mi espalda...
Cerré mis ojos sonriendo y me desvanecí en aquella habitación oscura, dejando atrás a la persona que mas amaba, a salvo.

Con gente que la protegería.
-------------------Antes de Esto------------------------
Estaba acostumbrado a caminar por aquel bosque... Allí estaba toda mi vida, mi infancia. Absolutamente todo.
Y aun que nunca había visto a mi hermana. Supe que era ella quien lloraba en los brazos de ese joven a quien le respondía como nombre de Skot, espere a que se alejaran y me acerque al lugar donde estuvieron llorando...Fue cuando vi aquel cuerpo cubierto por una chaqueta y sentí como mi estomago bajaba a mis pies.
Puede que me pareciera a mi padre en físico, pero siempre seria como mi madre en actitud. No podría soportar la sangre cerca de mi, y menos de un cuerpo de una doncella tan preciosa...

Los aldeanos de el bosque me habían enseñado varias pociones y mi madre siempre me decía que llevara una encima mía por si me encontraba herido en alguna ocasión...
No podía dejarla allí...desnuda en cuerpo y alma con apenas una chaqueta que la protegía del frió...
Tome la poción y se la puse en los labios, una gota resbalo por su boca y eso fue todo lo que necesito para que abriera los ojos de nuevo...
Era un hermoso color de ojos...A pesar de ser ciega.

Se levanto de un salto sosteniendo la chaqueta y busco un arma con que pudiera defenderse, yo me quede observándola sin hacer mucho movimiento para que no se asustara mas de lo que ya estaba.
Cuando vi que se calmó poco a poco me levante, pareció que me reconociera, sorprendiéndome por su rostro sonriente de la nada.



-¿Eres hijo de Lion?


Rodee los ojos un poco y suspire agotado, siempre era la misma pregunta, no sabia en que me parecía ademas de los ojos verdes. Era un erizo de cabello castaño un poco mas alta que ella. ¿Acaso mi voz también se parecía a la de el?


-Si, soy su hijo...
-Lo sabia, tu aura se parece mucho a la de el-Dijo mientras sonreía
-...Mejor te busco algo de ropa
-No me dejes sola...-Sostuvo mi mano con timidez y sentí su miedo...



Pero algo raro sucedió en mi...
Mi corazón se acelero de una manera infernal que solo pasaba cuando corría mas de lo que estaba acostumbrado y la sangre me subió a las mejillas, colore-andolas de un color carmesí suave.

Incluso me agradecí que estuviera ciega para no verme...
Suspire con cuidado, me costaba respirar por la presión que hacia mi pecho de verla en ese estado. Decidí sacar la ropa de mi madre limpia que había lavado y dársela mientras le daba la espalda. Mamá me mataría, pero era necesario.
Solo oía como se vestía y me volvió a tomar la mano, volví a sentir todo eso, pero mucho mas fuerte.

Estaba perdiendo la cordura cuando la vi con el vestido azul celeste puesto y la cinta blanca rodeando su cintura, casi le quedaba perfecto.


-Volvamos a tu castillo...Te dejare allí y volveré a mi pueblo


Vi como buscaba mi mano con timidez y se la tome sin resistirme a pesar de sentir todo lo que sentía en ese momento; como mi corazón actuaba de esa manera tan extraña, pero aun así, seguimos caminando una hora hasta llegar al castillo.


-Algo esta mal...-Dijo susurrando y le mire
-Te acompañare hasta tu madre
-Gracias...



Caminamos por los pasillos que parecían desiertos con cuidado y fuimos acercándonos a la habitación de la madre de aquella chica, dándome cuenta que no sabia su nombre hasta ese momento.


-No me has dicho tu nombre -Dijo ella de la nada, como si hubiéramos pensado lo mismo.
-...Soy...Un amigo...Te dire despues...¿Y tu?-
-Hikary...El aura de mi madre...-Puso los ojos en blancos y entro de una manera violenta- ¡Mamá!



Entre a la habitación detrás de ella y note como en la habitación esa mujer que reconocí como la reina Ruby estaba perdiendo el conocimiento. No lo dude ni una vez y empece a ayudarla.
Poco después vi a Hikoro entrar.

Fui a abrazar a Hikary con fuerza para que no tuviera miedo, pues el contenido de esa botella era muy poderoso e incluso tenia su propia aura.


-¿Qué es esa cosa? -Dijo con la voz quebrada
-...Algo que regresara a tu mamá de nuevo contigo...-



Solo pasaron unos pocos segundos cuando Ruby empezó a respirar de nuevo...
Y Hikoro perdía su vida en ello...
No tenia mucho tiempo, debía hacer algo...Por aquel chico.

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